“Yo soy la luz que está sobre todas las cosas. Yo soy todo. De mí surge todo, y a mí todo llega. Corta un trozo de madera, allí estoy yo. Levanta la piedra y ahí me encontrarás.”
Jesús Cristo. (Evangelio de Tomás, refrán 77)
En nuestros corazones está la Verdad. Al preguntarle al corazón, inmediatamente surge una respuesta conmovedora, acertada, infinita. En el área del chakra corazón, en el centro de la mitad del pecho, está el Corazón espiritual. El corazón espiritual es la conexión directa con la Gracia Divina. Cuando el corazón habla, habla Dios. La conexión tan poderosa con la mente y la identificación con los pensamientos ha hecho que la mayoría de los seres obsesionados con sus cabezas, esté desconociendo la maravillosa y compasiva inteligencia de nuestros corazones.
Si cada Ser del planeta se posara en el centro de su pecho, en la Luz Clara de su conciencia y desde allí actuara, no habría un solo acto de violencia más. El corazón simplemente acepta la Realidad exactamente como Es y la celebra, abraza la Verdad, porque sabe que él es Dios infinito y que nada es diferente a él mismo. Jesús Cristo encarna la Unidad, la experiencia del amor incondicional se encarna a través de él y la vertiente de este amor es el Corazón Espiritual. Somos Cristo todos, somos esa indivisible quietud en donde todo Es ya, somos el milagro, la compasión, el perdón, la armonía, el balance, el servicio. La esencia en Expansión Infinita del amor.
Abrir nuestro corazón es abrir la puerta a la inconmensurable energía del Maestro Cristo, a la Unidad, al Despertar Espiritual.
Alejandra Lobelo